Importante: esta presentación de diapositivas representa una interpretación visual y no pretende proporcionar ni reemplazar el consejo médico o clínico.
La enfermedad de Parkinson puede ser difícil de diagnosticar, ya que sus signos y síntomas se parecen a los de otras enfermedades que afectan el sistema nervioso. Por ejemplo, la esclerosis múltiple puede provocar síntomas similares.
Los cuatro signos cardinales principales de la enfermedad de Parkinson son los siguientes:
No hay una prueba específica para la enfermedad de Parkinson.
Su médico determinará si tiene Parkinson en base a sus antecedentes médicos, signos y síntomas, y un exhaustivo examen neurológico.
Para saber si usted tiene Parkinson u otra enfermedad, el médico puede hacerle una serie de preguntas acerca de sus antecedentes médicos y de salud. También le preguntarán sobre la salud de otros miembros de su familia, como sus padres, abuelos, tías y tíos.
Entre otras cosas, su médico quiere saber si alguien en su familia pudo haber tenido Parkinson en el pasado. La mayoría de los casos de Parkinson se relacionan con una combinación de factores genéticos y exposiciones ambientales.
Su médico también lo examinará detenidamente. Esto debe incluir la observación del temblor en reposo y la lentitud del movimiento que afecta a un lado del cuerpo más que al otro, como también la comprobación de la rigidez de las extremidades. Además, el médico observará los problemas posturales o de equilibrio.
La existencia de 2 o 3 de estos síntomas sugiere la presencia de Parkinson.
Además de los síntomas motores cardinales descritos anteriormente, su médico puede querer determinar la respuesta de sus síntomas a los medicamentos para el Parkinson, como la levodopa, que reemplaza a la dopamina en el cerebro.
Las personas con Parkinson tienen menos dopamina debido a la pérdida de neuronas secretoras de dopamina. La mejoría al usar medicamentos para el Parkinson apoya aún más el diagnóstico.
Entre los signos que pueden no corresponder con un diagnóstico de Parkinson se encuentran los siguientes:
Además del examen médico, tal vez se someta a una prueba de imágenes, como una resonancia magnética del cerebro. Esto no muestra que lo que usted tiene es definitivamente la enfermedad de Parkinson, pero sí detecta cualquier anomalía estructural que pueda causar síntomas similares.
Otra prueba de imágenes es la llamada DaTscan. Una prueba DaTscan examina la integridad del sistema de dopamina al escanear el cerebro después de inyectar un tinte a través de la vena y observar cómo se une a las neuronas que secretan dopamina.
Aunque una prueba DaTscan positiva por sí sola no es suficiente para diagnosticar el Parkinson, ya que otras enfermedades y afecciones pueden dar resultados positivos, puede servir como apoyo del diagnóstico clínico.
Otras pruebas de imágenes incluyen la tomografía por emisión de positrones (o PET) y la resonancia magnética funcional, que muestran la actividad cerebral. Sin embargo, estas pruebas generalmente no se usan para el diagnóstico, sino principalmente en el campo de investigación.
Lamentablemente, no existe una prueba simple para el Parkinson, como un análisis de sangre.
Si en efecto tiene Parkinson, su médico probablemente querrá verlo dentro de 3 a 6 meses —según sus síntomas— para evaluar sus síntomas y monitorear la respuesta al tratamiento.
Tras saber que tiene Parkinson, su primera pregunta tal vez sea: “¿cuánto tiempo viviré?”. En general, el Parkinson es una enfermedad que empeora lentamente, por lo que la mayoría de las personas vive una cantidad de años normal.
Recientemente, los investigadores descubrieron que el Parkinson tiende a acortar la expectativa de vida en aproximadamente un año.
Al avanzar la enfermedad de Parkinson, es importante reducir el riesgo de caídas y detectar problemas para tragar, lo que pone a los pacientes en riesgo de sufrir lesiones potencialmente mortales, como fracturas de cadera, o infecciones, como la neumonía por aspiración.
El Parkinson afecta a cada persona de manera diferente. Por ejemplo, las personas que contraen Parkinson de jóvenes tienden a vivir con la enfermedad por más tiempo y su avance es más lento.
La presencia de deterioro cognitivo, depresión, ansiedad y alucinaciones también se puede observar en pacientes con Parkinson desde hace mucho tiempo, junto con otros síntomas no motores, como estreñimiento, fluctuaciones de la presión arterial, problemas urinarios y trastornos del sueño, que pueden afectar su calidad de vida.
Identificar y tratar los síntomas no motores del Parkinson es tan importante como controlar los síntomas motores a largo plazo.
El tiempo de vida puede depender de cuán bien se controlen los síntomas. Hable con su médico acerca de cuáles son los mejores tratamientos para controlar los síntomas y frenar el avance de la enfermedad.
El Parkinson es una enfermedad para toda la vida. Pero con el cuidado correcto, puede aprovechar al máximo sus capacidades y llevar una vida lo más plena posible.
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Proporcionado conjuntamente por el Annenberg Center for Health Sciences at Eisenhower y Prime Medic Inc., en colaboración con Postgraduate Institute for Medicine.
Esta actividad recibe el apoyo de subvenciones educativas independientes de AbbVie Inc., Acorda Therapeutics Inc. y Biogen Inc.
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